domingo, 19 de enero de 2014

Los antivirus en Android no sirven absolutamente para nada, vamos como un tio en Graná.

El aumento de ventas de smartphones y de la aparición de amenazas para estos van prácticamente de la mano. Android se ha convertido en el segundo sistema operativo con mayor número de amenazas existentes por detrás de Windows, lo que ha llevado a algunas compañías a desarrollar antivirus para Android.



La facilidad que existe hoy en día para saltarse las barreras presentadas por los antivirus es relativamente sencillo, y solo sería necesario la utilización de un software que camuflase el código para saltarse esa limitación. Y eso sucede hoy en día con todos los software de seguridad que existen.

Por este motivo se argumenta hoy en día por muchos usuarios que los software de seguridad existentes no sirven para nada en lo referido a la funcionalidad de antivirus, ya que si hacemos referencia a la funcionalidad por ejemplo de copia de seguridad, esta si que se trata de una funcionalidad válida y aprovechable y por desgracia todavía no muy usada.

Parece ser que Google no quiere evitar que esto suceda, por qué?, pues por algo será.

Los escasos recursos que se poseen en un smartphone con respecto a un equipo de sobremesa, y la necesidad de que la batería dure el máximo posible, hace que los antivirus únicamente comprueben el nombre del archivo ejecutable, por lo que al no comprobar el código es frecuente que este tipo de software llegue al terminal del usuario y ya la tenemos liada.

La infección con malware llega acompañada generalmente al realizar descargas de aplicaciones que se encuentran fuera de la tienda oficial de Google, además de el acceso a páginas que se encuentran infectadas con este tipo de archivos maliciosos.


Por este motivo, la mejor de las precauciones es el sentido común y saber qué se está descargando y a qué páginas web se está accediendo. A la vista de las pruebas realizadas, a día de hoy y de momento invertir dinero en un software de estas características no merece la pena.

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